¡Recientemente, tuve el privilegio de ser invitado a la inauguración de la Exposición del fotógrafo Henri Cartier-Bresson (1908-2004), "Watch!, Watch!, Watch!", que se realiza en la Fundación Mapfre KBr, de Barcelona!
A los que amamos la fotografía, especialmente, la de retrato, Cartier-Bresson, es un referente a tener muy en cuenta. Fotógrafo artístico, retratista y fotoperiodista, con una obra atemporal, y que a marcado estilo y es fuente de inspiración para muchos.
Fue uno de los fundadores de la agencia Mágnum en 1947, junto a los reporteros de guerra Robert Capa, David Seymour «Chim», George Rodger, Bill Vandivert, Maria Eisner y Rita Vandivert, con el objetivo de que se les permitiera a los fotógrafos una relativa independencia en la elección de los temas a documentar.
Cartier-Bresson es considerado por muchos el padre del fotorreportaje, y es característico, por su concepto de atrapar siempre el instante decisivo. Defensor acérrimo del encuadre directo, es decir, de no reencuadrar en la postproducción, ninguna imagen.
A lo largo de su carrera, tuvo la oportunidad de retratar a personajes como Pablo Picasso, Henri Matisse, Irène Joliot-Curie, Édith Piaf, Fidel Castro y Ernesto "Che" Guevara. También cubrió importantes eventos, como la muerte de Gandhi, la guerra civil española, donde filmó el documental sobre el bando republicano Victorie de la vie, la SGM, en la que estuvo en la Unidad de Cine y Fotografía del ejército galo o la entrada triunfal de Mao Zedong a Pekín. Cartier-Bresson fue el primer periodista occidental que pudo visitar la Unión Soviética, tras la muerte de Stalin.
En mi opinión, la exposición está bien resuelta, pero para mi gusto, hay un exceso de fotorreportaje, aunque es lógico, puesto que dedico la mayor parte de su vida a esa labor. Personalmente, prefiero su primera etapa, más "doméstica", donde con su Leica telemétrica, captaba momentos irrelevantes de las vidas de personajes anónimos, en situaciones cotidianas, aunque siempre curiosas.
Las 240 copias originales de plata en gelatina pertenecientes a la Fondation Henri Cartier-Bresson de París que componen la exposición se acompañan de una selección de sus publicaciones en revistas y libros, además de una película y dos documentales realizados por el propio Cartier-Bresson.
Una buena exposición, sin duda, de contenido referente, a disfrutar en la Ciudad Condal, que te recomiendo, si eres amante del buen blanco y negro, y de tomas atípicas.
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Xavi Moya© Todos los derechos reservados. 2009 /
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